Adrián López
En completo olvido y con percepción de absoluto descuido, la imagen urbana de Dolores Hidalgo se encuentra en condiciones deplorables. Paredes con agujeros, rayadas, desgajadas, descoloridas, desgatadas e inclusive algunas en derrumbe, son las que reciben al turista que visita este pueblo mágico de Guanajuato, pues no es necesario ir tan lejos, tan solo el primer cuadro de la ciudad contiene gran número de fachadas deterioradas.
A oscuras fachada de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores y del Museo Bicentenario
Lo más frecuente de encontrar en las paredes de las calles aledañas al jardín principal, son agujeros generados por el desgaste de las paredes que de ninguna forma han sido resanadas, no obstante, hay locatarios que siguen usando las fachadas para colgar productos, comúnmente maniquíes o ropa, hay otros que cuelgan zapatería, entre otras cosas, acciones que terminan por acelerar el desgaste y acrecentar el problema.
Por otro lado, hay algunos locatarios que se han preocupado por esta situación y han intentado hacer trabajos de recuperación y resanación de las paredes, pero con completo desconocimiento del proceso que estas paredes históricas deben tener para ser resanadas, pues deben llevar un material específico, una pintura precisa y un color ya establecido en los lineamientos de pueblos mágicos.
Aún a pesar de esto, no hay autoridad alguna que regule tanto las acciones de maltrato ni los trabajos de recuperación. Ni el gobierno municipal, ni el comité de pueblos mágicos, muchos menos el consejo turístico y ni hablar de la asociación de comerciantes establecidos del centro histórico.
Los más interesados en el tema deberían ser los integrantes del comité de pueblos mágicos, pues son quienes tienen que velar por convertir a Dolores Hidalgo en un atractivo turístico de relevancia y no solo conformarse con ser una ciudad de “paso”. Además, son quienes también tienen que cumplir con lineamentos establecidos por la nación para continuar siendo pueblo mágico.
La que debería de ser la ciudad más importante de todo México sufre de omisión por parte de quienes deberían hacerse cargo de este problema, que no es nuevo y que comienza a arraigarse, a la par de un crecimiento constante.
Mientras tanto, ya se han comenzado a pregonar festivales para atraer al turismo, como el festival de primavera, la feria nacional de las nieves o las noches de danzón, pero aquí caemos a una pregunta obligada, ¿realmente Dolores Hidalgo está listo para dar un buen sabor de boca a los turistas con problemas como este?.